viernes, 7 de junio de 2013

¿Por qué? La vida y sus por qués...

Tiene un mensaje instantáneo de: ALEX
Alex: Hola.
Rosie: Vaya, pero si resulta que sigues vivo. ¿Dónde has estado todas estas semanas?
Alex: Escondiéndome.
Rosie: ¿De quién?
Alex: De ti.
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque estoy saliendo con Bethany otra vez y me daba miedo decírtelo porque la odias apasionadamente, y entonces te enteraste por ella, lo cual no hizo más que empeorar las cosas. Así que me he estado escondiendo de ti. 
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque pensaba que vendrías y me matarías.
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque eres mi amiga íntima sobreprotectora y siempre has odiado a mis novias (y a mi esposa) y yo siempre he odiado a tus novios (y a tu marido).
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Bueno, para empezar porque tuvo una aventura...
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque era un imbécil de remate y no sabía de la suerte que tenía. Pero no hablemos más de él porque se ha marchado y no volverá nunca. 
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque le di un susto de muerte. 
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque soy tu amigo íntimo y me preocupo por ti.
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque no tengo nada mejor que hacer.
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque así es como han ido las cosas en mi vida por desgracia. Todo lo que pasaba hacía que me preocupara por ti y los tuyos. En fin, es genial que ya no tenga que seguir escondiéndome.
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque me he disculpado.
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque estoy harto de no saber de ti y te echo de menos.
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque (y esto lo digo apretando mucho los dientes) Tú Eres Mi Mejor Amiga, pero te advierto que no pienso escuchar ningún comentario malicioso sobre ella esta vez.
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque me gusta mucho, Rosie, y me hace feliz. Me vuelvo a sentir como el chaval que trabajaba en la oficina de mi padre. Y además pienso que si no te hubieses emborrachado tanto el día en que cumplistes dieciséis años y no te hubiesen tenido que hacer un lavado de estómago, nunca nos habrían pillado, no nos habrían expulsado y no me habrían castigado tan duramente obligándome a archivar hasta el último papel de la oficina de mi padre, donde, debo añadir, nunca habría conocido a Bethany. ¡Así que todo ha sido por tu culpa, querida amiga!
Rosie: ¡OH! ¿¿¿POR QUÉÉÉÉÉÉ??? ¿Por qué, Dios mío?
Alex: Ja, ja. Tengo que dejarte porque dentro de unas horas me toca operar.
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque resulta que soy cirujano cardiovascular y hay un pobre hombre, que se llama señor Jackson, si realmente te interesa saberlo, que necesita una intervención en la válvula aórtica.
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque sufre de estenosis aórtica.
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Bueno, por lo general las causas de la insuficiencia aórtica son de origen reumático. Pero no te preocupes (me consta que estás preocupada), el señor Jackson se pondrá bien.
Rosie: ¿Por qué?
Alex: Porque gracias a setenta y cinco años de estudios he aprendido he aprendido a realizar una operación con prótesis de la válvula que le ayudará. ¿Más preguntas?
Rosie: La aorta está por el corazón, ¿verdad?
Alex: Muy graciosa. Bien, ahora sí que tengo que irme. Me alegra mucho que hayamos tenido esta conversación y que hayamos aclarado el asunto de Bethany. ¿Estoy perdonado?
Rosie: No.
Alex: Fantástico, gracias. Hasta pronto.
Alex se ha desconectado.
Rosie: Gracias por preguntarme por mi trabajo, doctor.


TEXTO TOMADO DEL LIBRO POR CECELIA AHERN - DONDE TERMINA EL ARCOIRIS
LES INVITO A QUE LO COMPREN

jueves, 6 de junio de 2013

Cuida a tu pareja





Voy a decir algo que con seguridad va a molestar a muchos, pero que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más lo seguro que tenemos, que lo inseguro.

Me explico: yo siempre digo, no cuides tanto a tu familia, cuida a tu pareja y la gente se sorprende. ¿Pero como que no voy a cuidar mucho a mi familia? ¡Es mi familia! Y no, tu familia, que es tu familia, está segura, es tu familia, nunca se pierde.

¿Ustedes han oído decir a alguien «allí va mi ex hijo, allí va mi ex padre»? No, ¿verdad?. Pero han oído mucho, «allí va mi ex pareja». Entre los padres, los hijos, los hermanos, la familia, lo más seguro que se tiene, no hay ex. Ellos están allí y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse o en hablarse, ellos están allí. Usted no puede decir «aquella señora que va pasando por allí fue mi madre por 35 años». Ella está allí, ella está segura.

Y es más, les voy a decir otra cosa, de todos los amores, que es tender lazos, de todos los puentes, el amor más débil que existe es el de pareja. En una pareja no hay nada. Por eso hay que darlo todo, para quedarse con algo. Tener una pareja es como cuidar una flor. Si una flor no se riega, se muere, y si se riega mucho, también. Hay que ser un artista para cuidar una flor. Yo no sé cuidar flores, por eso soy cura.

Por eso, el amor de padre, de madre y de hijo es como tener un «cují coriano», nadie los riega, pero está ahí. Eso que llamamos amor eterno se da en papá, en mamá, en un hijo, y en los amigos, que también puede ser un amor eterno. Pero en una pareja es un amor diario, tiene que cuidarse todos los días.

Tengo un hermano en los Estados Unidos que se fue hace más de diez años y duré más de diez años sin hablarle. Nunca le llamé, y puedo decirlo que hasta por descuido. Siempre sabía de él por mamá, y cuando vino por primera vez desde que se había ido, lo fui a buscar al aeropuerto, y cuando nos vimos el abrazo fue tan fuerte que lloramos de emoción. Allí estábamos.

Pero vete de tu pareja diez años a ver qué encuentras. Eso es lo que dice que el amor de pareja es amor de todos los días. Yo puedo hablar con mi mamá cada semana, una vez a la semana, pero si tuviera pareja la estuviera llamando a cada momento. Y no es que sea bueno o malo, es que el amor es así. No se quiere a nadie más por no querer al otro.

Por ejemplo, yo comparo el amor de aquellas parejas que por alguna circunstancia del destino tienen un hijo discapacitado. No es que no quieran a los otros, pero ellos están seguros. De aquél tienen que estar más pendientes, porque se puede caer, porque a lo mejor no come solo. En cambio, los otros están y los quieren igual, y saben que están ahí.

Si tengo una pareja, ese es el amor discapacitado. De ese tengo que estar más pendiente porque necesita más. El amor de madre es independiente, el amor de pareja es dependiente. Ella depende de mí y yo dependo de ella. Estamos unidos «hasta que la muerte nos separe», pero el amor que nos debemos es como el amor de un hijo con discapacitado. 


Padre Ricardo Bulmez - Venezuela.